Viandas y meriendas de niños adolescentes

El consumo de alimentos reales en la infancia, es parte de lo que permitirá el desarrollo de un organismo sano y posibilitará gozar de buena salud en la vida adulta.
Para esto los alimentos que ofrecemos a los niños deben ser caseros, saludables, con materias primas que hayan sido poco industrializadas.
Cuanto más industrializado y ultraprocesado es un alimento, menor valor nutricional aporta. Generalmente estos alimentos están adicionados con colorantes, conservantes, estabilizantes, grasas, azúcares, etc, que son altamente perjudiciales para la salud y suelen estar dirigidos principalmente a los niños, ya que aumentando el sabor dulce, el color, el olor, la palatabilidad, de forma artificial, suelen ser más aceptados.
Esto trae consigo un cambio en la percepción de los sabores, y demás características, en una etapa donde el niño está en pleno desarrollo de sus sentidos. Si el niño en esta etapa se acostumbra a comer productos con alto contenido en azúcar, por ejemplo, luego será mucho más difícil que acepte consumir alimentos naturales, como frutas, y preparaciones sin agregado de azúcares refinados.
Por lo tanto es fundamental que esta etapa del desarrollo suceda de forma saludable.
Es necesario y deseable que les presentemos siempre diversidad de alimentos, las veces que sean necesarias, para que poco a poco los vayan aceptando.
Al construir en esta etapa los cimientos para su futuro desarrollo y hábitos alimentarios, es que debemos ser pacientes para que se adapten a los diversos alimentos, sabores, texturas. Ofrecer variedad, siempre optando por alimentos naturales.
Al ofrecer un alimento, buscar variantes que sean más aceptadas, sumar vegetales dentro de cazuelas, hamburguesas, croquetas, etc, suma valor nutricional a la preparación y puede ser una estrategia para aumentar su consumo.
Algunas ideas:
Almuerzos
Tartas de vegetales. Si es con harinas más nutritivas como harina de garbanzos, de lentejas, de coco o almendras mejor.
Hamburguesas de mijo, lentejas, quinoa o porotos.
Buñuelos de verduras,
Wraps rellenos
Milanesas,
Faina de vegetales
Croquetas de arroz integral o quinoa
Bocaditos de polenta
Tortilla papa, zapallitos o espinaca con huevo o harina de garbanzos,
Ensalada de pasta
Muffins de espinaca
Meriendas:
Frutas (preferentemente de estación)
Galletitas de avena
Budín de banana,
Granola,
Barrita de cereal casera
Muffins de naranja.
Crackers de semillas
Puddings o gelatinas sin sabor con leches vegetales y/o fruta
Preferentemente endulzar con miel, pasas, o con fruta
Procurar embalajes sustentables y reciclables, térmicos.
Nutric. Valentina Secondo
Equipo Clínica Vitola
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